viernes, 12 de diciembre de 2008

Los Balances...

...Son odiosos a fin de año. En toda empresa a esta altura los están terminando y/o presentando y por supuesto, van acompañados de los planes de acción para el próximo año.

En nuestra vida personal también estamos en época de balances. Un año más que se nos va y muchas metas cumplidas, en camino o fallidas. También con planes para el próximo año.

Nuestra experiencia fue realmente enriquecedora. Mis hijos tuvieron la oportunidad de crecer y veo hoy que son mejores personitas. Finalmente, éso es lo que importa. También vivir afuera me ha hecho ver todos los errores que estábamos cometiendo como familia y los que cometemos como sociedad.

Los argentinos tienen mucho que enseñarnos en cuánto a las oportunidades. Si tu hijo tiene problemas de lenguaje lo ayudan. No lo apartan. Si tu hijo tiene necesidades específicas, puedes incluírlo en la sala de clases con una profesora sólo para él durante una jornada normal con otros niños. Y eso nos falta en mi Chile. Desde que son pequeños, olvidamos que son personitas. Sólo les exigimos en pro del éxito. Olvidamos cómo educar, estamos sólo pendientes de cuán exitoso también puede ser el colegio y qué puntaje tienen en SIMCE y PSU y cuáles van a ser sus futuros contactos laborales.

Los argentinos no son chaqueteros. Si eres exitoso pueden celebrar contigo sin comentarios tóxicos como: "es que compró al evaluador...", "se comía a la secre...", etc. Son muy responsables en cuanto al manejo de sus opiniones y éso nos falta.

Los argentinos saben expresar sus derechos civiles. Las manifestaciones pacíficas pro o en contra del campo fueron para mí una increíble demostración sobre cómo se debe alegar por tu posición de manera civilizada. ¿Te gusta ver Plaza Italia destruida después de un súper clásico futbolero en Santiago?. Destrozamos todo porque perdió... y CELEBRAMOS DESTROZANDO PORQUE GANÓ... ¡¿?!

Y aunque ellos no lo creen, los argentinos aún están conservando la mayoría de sus edificios con historia, protegen su patrimonio (aunque como en todas partes, no tiene muchos recursos para mantenerlas pero sí se esfuerzan) , tienen excelente locomoción (nosotros tenemos máquinas nuevas pero recorridos ineficientes que afectan calidad de vida).

Y una clase media muy pero muy culta. Viajada y con sentido social real. No palabrerías asociadas a comportamientos comunistoides o socialistoides. Me refiero al día día, de apoyo al otro y de respeto. Nuestra clase media chilena está desapareciendo debido a la brecha económica y desde afuera, éso sí que se nota.

Indudablemente volveré, algún fin de semana largo para terminar de hacer aquello que me quedó pendiente y por supuesto, volver a recorrer algún café para gozar con mediaslunas y un buen brownie. Y aprender tango de una buena vez, por lo menos, los 7 pasos y observar en el clásico Café Tortoni cómo baila una pareja profesional.

Y dejo esta pregunta para tí: ¿cuál es tu balance?.