martes, 26 de agosto de 2008

Cuando tu hermana te encuentra fea...

Es curioso cómo se invierten los papeles con el tiempo.

Cuando era chica, me retaban porque pasaba horas peinándome hasta que no tuviera ningún pelo parado... ¡¡EN CHUQUICAMATAAA!!, o sea, mucha estática... mientras mi hermana gustaba de hacer todo rápido para salir a jugar con los amigos.

Ahora, la vanidad la ha alcanzado. JAJAJA, ñaca ñaca...

Pobre, me vino a ver trayendo sólo ZAPATOS CON TACOS!!!.

"No podí ser tan..." le dije con una frase que salió del fondo de mi corazón.

"Ay!, pero qué tiene?"

Dejé que se contestara sola luego de dos días de caminata pura por las callecitas de BsAs que tienen ese qué se sshyo.


Al tercer día, ya estaba usando mis zapatillas y maldiciéndome porque quería descansar y porque, según sus palabras, la traía como "volantín sin cola", o sea, de un lado para otro.

Pero ningún sabor de venganza es eterno... y llegó el momento de su revancha... casi con engaños me metió a una peluquería de Belgrano. Obvio, no cualquiera... tenía que ser la más top (ésa en que se peina la señora de Maradona, que para mí no tiene nada de top...) y es que esta bruta tiene un olfato... pero bueno, al cuento.

No sé cómo ocurrió, en menos de 5 minutos yo estaba con bata blanca encima y con un hombre, con cara de niño de 15 años, preguntándome cuántos tipos de masajes capilares quería y con qué tratamiento... Y YO NO CACHABA NADA DE LO QUE ME ESTABA HABLANDO!!!.

Qué horror, ahí fue donde me di cuenta de todo. Cómo la rutina te hace menos diva. Estoy completamente fuera de las pistas de la vanidad. Me sentía como perro callejero al cual desparacitan, desenredan, peinan y arreglan en un intento por darle pedigrí...

Luego pasé al peinador. Otro péndex más... QUE ME TRATABA DE "USTED!!!". Ahí, morí.

En tanto, la ideóloga de esta situación, sentada como diva en una silla de cuero, dejaba que le peinaran, para allá y para acá con claras instrucciones de lo que quería y cómo lo quería.

Yo sólo atiné a decir: "Saca lo que veas que no esté sano..." y por poco quedo calva...

Bueno, ésa sí fue una frase exagerada de mi parte. Me dejó lo bueno. Ok?!.

Pucha, ¿y Mister Músculo tendrá algún ssshampooo de última tecnología?, no quiero pasar de nuevo por este tipo de BOSSSCHORRRRNO.






1 comentario:

Sassenagh dijo...

Icha, excelente la experiencia de "visitar" un salón de belleza en tu compañía...jajaja
Tu hermana.